Creadoras de espacio y encargadas de aportar una sensación de comodidad y elegancia única, las alfombras son el detalle que no puede faltar en tu hogar. Aquí te contamos cómo usarlas y qué tener en cuenta al obtener una.
Un clásico que se renueva
La clásica alfombra llana es un accesorio que ha estado en los hogares desde siempre. Con estampados o bordillos, este tipo de alfombra son una manera de mantener la simplicidad y el minimalismo sin perder la elegancia y el estilo que proporciona un elemento como este.
Apuesta por las más trendy
Dile hola a las nuevas alfombras texturizadas. Este estilo ha llegado para quedarse y es que mientras más textura tenga, más cómoda y reconfortante se verá. Generalmente su uso es más para espacios interiores como el dormitorio, salas de estar, recibidor o incluso en los baños.
Como separadores de espacio
Las alfombras son el accesorio más a la moda y adaptable de todos. Son la solución para delimitar espacios en un mismo espacio, como el comedor y el sala. Con ellas obtendrás más calidez y darás un toque dinámico a tus ambientes.
Para destacar otros detalles
La suavidad de este clásico hogareño es un detalle que siempre dará una sensación positiva y cálida al hogar. Por lo que al usarlo permitirás destacar fácilmente una pieza del espacio en el que se encuentre, desde la cama, hasta una mesa de centro.
Las alfombras son confortables al pisarlas, eliminan ruidos y son tan llamativas que es imposible no tener una.