Elegir los colores de la casa no tiene por qué ser una tarea complicada. Una de las opciones más acertadas es una mezcla entre cálidos y fríos; otorgándole a tu casa una contraste perfecto.

Los opuestos se atraen

Tonalidades azules con amarillos o rojos con verdes, son solo algunas de las combinaciones que van a la perfección para el recibidor o la sala. No le tengas miedo a la combinación de colores, usa los contrastes en la decoración y si te gusta cómo se ve, atrévete a cambiar también el color de tus paredes.

El equilibrio entre el calor y el frío

Rojos, amarillos y tonos naranjas, además de ser colores muy vivos, proporcionan una sensación de movimiento y dinamismo en donde se encuentren. ¿Es posible mezclar, cálidos con más cálidos? Sí, pero como siempre decimos, utiliza un color que sea el predominante y los demás cálidos que estén porciones pequeñas como decoración.

Los fríos, del verde al lila o el violeta, son relajantes y perfectos para ampliar visualmente espacios pequeños. Si prefieres usar colores fríos para tus paredes, ¡hazlo! pero en tu decoración utiliza colores cálidos.

El tono apaciguador

Sí, lo ideal es tener tonos cálidos y fríos, pero a su vez no olvides tener detalles o elementos de decoración en colores neutrales. Estos ayudan a que el espacio no se vea demasiado saturado.

Por un lado apostarle a un solo color es casi un acierto anticipado, pero saltar y aportar por tonos que generen contraste dará vida a tu hogar.

Ante cualquier cambio o decisión de implementar cambios en tu casa recuerda siempre que el color más claro debe ser la base o fondo de tu casa, y que los colores más fuertes deben estar en los detalles.